Gimme fuel
Creo que me estoy convirtiendo en una persona aburrida. Por eso espero volver a retomar el blog. Tanto intentar caer bien me debe de estar matando por dentro.
El otro día, íbamos camino al trabajo y nos quedamos sin gasolina a mitad del trayecto. Tuvimos suerte y se caló justo cuando había una salida a un camino. Paramos a un lado y empujamos el coche para dejarlo bien apartado. Tuvimos que llamar para que nos recogieran y dejar el coche allí. Y no me reí de la conductora. Vamos, que tampoco pretendía hacerla llorar ni nada, pero la situación era como para estar soltándole coñas toda la semana. Pues nada, sólo alguna broma light porque cuando llamó a su madre, ésta estaba paranoica y se pensaba que nos iban a robar las ruedas. Es lo que tiene no trabajar en el centro, que te despistas y te dejan sólo la carrocería.
En fin, al menos uno se está enganchando a Héroes