Abe's Brain

miércoles, octubre 25, 2006

With my superhuman might

Hace escasos cinco minutos acabo de mediar en una pelea. No en una pelea de esas de insultos "eres un idiota", "pues tú más"; hablo de una de esas con puñetazos, agarrones y demás contacto físico.

Por si alguien no lo sabe soy un tipo bajito y no estoy fuerte, menos mal que lo compenso con mi tremenda simpatía; así que no sé qué coño hacía yo separando a dos tipos que me doblaban de edad y me sacaban una cabeza.

Bajo yo tranquilamente a mí casa escuchando música cuando al final de la calle veo que un coche para en un ceda al paso. A continuación otro coche pega un frenazo fuerte justo detrás de él y se pone a tocar el claxon como un energúmeno. Como tal muestra de idiotez no le pareció suficiente, se baja del coche y va a gritarle a la ventanilla del primero.

Cuando ya había llegado a su altura el primero, que ya tenía la puerta abierta, se baja del coche. Yo, que no me estaba enterando de por qué discutían (no habían chocado...), me quito un casco y me paro a mirar como toda la gente de las terrazas aledañas. Y, entonces, el energúmeno (el segundo) le pega un puñetazo en la cara. A partir de ahí, olvidando cualquier regla del boxeo se agarran uno al otro en plan taekwondo. Y se empiezan a repartir como pueden. En un lado tenemos un padre de familia y en el otro un tipo con pinta de loco.

Mal asunto, pienso; no tenían pinta de parar por sí solos. A pesar de las imágenes que se me pasaban por la mente de mi persona recibiendo codazos en la cara, cosa que no me ilusionaba en absoluto, pienso en meterme en medio. Doy un paso y el siguiente grupo de imágenes estaban reservadas para mi ipod volando por los aires. No nos preocupemos.

En esos segundos de incertidumbre oigo a un joven decir que si no los iba "a separar nadie". Estoy en ello, majete; pero no te cortes si quieres ir empezando tú. Con un poco de desidia, guardo meto mi ipod en la cartera y la poso contra la pared. Vale, listo. Me acerco a ellos, uniéndome al círculo que rodeaba a los púgiles combatientes. Mientras alguien hace notar que en el primer coche hay un niño que llora por su padre; pero seguramente el padre ni lo oyó, ni pensó en él.

La idea de "separarles" era fácil. Pero a ver cómo metía yo mano ahí. Tras dos o tres segundos en que todo el mundo se limitaba a mirar en plan masillas, veo mi oportunidad; el agredido me da la espalda y está echado hacia delante, así que le rodeo por la cintura con un brazo, clavó el pie en el suelo y hago un movimiento de giro con mi descomunal fuerza. Tristemente no conseguí lanzarlo 4 metros por el aire, sigh, pero lo consigo separar (o estorbar) lo suficiente para que se meta más gente en medio y, entre todos, los tenemos separados.

El energúmeno explica no sé qué de que el otro va pitando por ahí a todo el mundo (por la pinta de cada uno yo me pondría del lado del otro, pero bueno). "Venga, cada uno a su puto coche" grito yo con un tono y postura de infinita autoridad que no sabía que poseyera (hasta tuve ganas de meterme yo en un coche...). Lo cierto es que me daba igual, estaba tan hasta arriba de adrenalina que gustosamente me hubiese puesto a repartir yo; pero el caso es que obedecieron.

Ya con cada uno en su coche miro que mi mochila siguiera allí mientras el padre de familia sale quemando rueda. Espero un momento y me voy tan tranquilamente como había llegado. Ya veis; ni chicas con el vestido rasgado diciendo "mi héroe", ni el alcalde dándome la llave de la ciudad, ni máscaras y capas, ni nada. Psé, al menos espero que mi silueta recortara el horizonte de la que me iba y con mi pelo ondeando al viento

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viernes, octubre 20, 2006

Last.fm y Pandora

Hace unos meses cuando escribí sobre filmaffinity el plan era hacer una trilogía. En el primer post hablaría sobre Filmaffinty, en el segundo sobre Last.fm y, por último, sobre Pandora. Pero luego llegó la Euskal y se pasó el momento.

Con un plugin que te instalas en tu reproductor de audio, las canciones que escuches son subidas a tu perfil de Last.fm y se lleva un contador de grupos y canciones semanales y generales que vas escuchando. Al estilo de Filmaffinity creo que te busca gente con los gustos similares. Lo cierto es que no he explorado mucho más allá. Me apunté porque hay un grupo de usuarios de mi facultad y por si alguien tenía curiosidad sobre qué tipo de música escucho.

Uno de los puntos fuertes de esta comunidad debe de ser la posibilidad de crear tu propia radio online según tus gustos. Yo no lo he probado porque para eso uso Pandora, que no te tienes que instalar ningún programa. En esta web le puedes meter el nombre de un grupo o canción que te guste y, automágicamente, te pone canciones que sean similares (y canciones de ese mismo grupo). Lo de que todas sean similares es un tanto discutible pero de vez en cuando te encuentras con algún grupo que no conocías y que está muy bien. Por ejemplo, yo buscando por H.I.M. me encontré con She wants revenge; luego me escuché su disco unas 4 veces seguidas.

En fin, que como en algunos blogs se estila poner lo que estás leyendo pues me dije que yo también. Pero como yo no sé leer pues tengo que ponerlo sobre música. Y para eso, Last.fm tiene una opción muy chula; así que ahí va. De este modo podréis contemplar (en la zona de la derecha) mi sublime gusto musical de la que entráis diariamente a poner comentarios. O bien, entrar de vez en cuando a ver si me pilláis escuchando a Avril Lavigne o a... bueno, a algo de lo que me debiera avergonzar.

En realidad, hace mucho tiempo intenté hacer algo así, con radioblog pero no encontré sitio para subir las canciones. De hecho hasta tengo un post escrito, subido y no publicado sobre ello.



En otro orden de cosas. Semana de estrenos. A Scanner Darkly, La Dalia Negra, Pequeña Miss Sunshine, Copying Beethoven, Hijos de los Hombres... y todavía no he recibido ninguna invitación. Sniff, me voy a poner ciego a helado de chocolate

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lunes, octubre 16, 2006

The White Stripes

Un día cualquiera, en mi portal en obras...

Primera imagen de las baldosas


Obrero 1: Oye, ¿no te parece que esta separación de aquí (señala la unión entre las baldosas) es mayor que el resto?
Obrero 2: Psé, tonterías

Segunda imagen de las baldosas


Obrero 1: No sé, a mí esta también me parece que es ligeramente más grane
Obrero 2: Imposible. Sin duda es un efecto óptico producido por el paso de una baldosa a la siguiente, con el consiguiente cambio brusco de textura

(Ante tal despliegue de dialéctica Obrero 1 decide transigir)


Tercera imagen de las baldosas


Obrero 1: ...
Obrero 2: ¿Y ahora qué?
Obrero 1: Esto no tiene buena pinta
Obrero 2: Vaya, puede que tuvieras razón
Obrero 1: Es posible... ¿Qué hacemos pues?
Obrero 2: Yo creo que lo mejor será poner otra más, por una que esté mal...

Cuarta imagen de las baldosas


Obrero 1: No parece que haya quedado mejor
Obrero 2: Tus poco brillantes observaciones están empezando a producirme dolor de cabeza
Obrero 1: Yo sólo dig...
Obrero 2: ¡A callar!
Obrero 1: ...
Obrero 2: Recoge las cosas, hemos acabado por esta semana
Obrero 1: Pero estamos a miércoles, y esto aún no está acabado
Obrero 2: ¿Qué te he dicho?
Obrero 1: Que me callara
Obrero 2: Pues eso

Vista general de las baldosas

La conversación puede que no haya tenido lugar. Estos obreros son ficticios, cualquier parecido con profesionales de verdad puede que sea mera coincidencia



Y esto, amigos, es lo que pasa cuando pones todas las baldosas, excepto la primera, al revés (rotadas 180º)

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sábado, octubre 07, 2006

Enjoy the silence

- Tú no eres muy hablador, ¿verdad?

Y yo, que estaba tranquilamente pensando en mis cosas (sí, con la mirada perdida), me quedo a cuadros.

En ese momento no estaba manteniendo ninguna conversación, estaba haciendo cosas en el ordenador. ¿Se puede saber entonces a qué viene esa pregunta? Es decir, ¿cuál es el objetivo de una pregunta así hecha a un desconocido? Si el oyente es, efectivamente, poco hablador, ¿qué esperas que con esa ingeniosa pregunta te suelte una parrafada? ¿Acaso prefieres un "no, es que no te conozco"? Sería mucho mejor un "al contrario" y seguir mirando la pantalla, pero ya sabéis que no me gusta mentir...

No sé, yo no voy diciendo por ahí "tú eres muy alto/bajo/gordo/idiota, ¿eh?". No me parece la mejor forma de iniciar una conversación o de romper el hielo. ¿Qué respuesta espera alguien que hace esa pregunta? ¿"Sí, eres una persona muy observadora"? ¿"Lo siento"? ¿Es algún tipo de contraseña de espías? ¿Si respondo "pero los patos no llevan bufanda en primavera" me entregan el microfilm?

Imposible, estaba tan descolocado que no se me ocurrió nada mínimamente ingenioso. De hecho hasta llegué a excusarme diciendo que tenía sueño. Y luego a pasarlo mal cada vez que había un silencio muy largo. Y soltando opiniones y frases medio a bulto, cuando me tendría que dar absolutamente igual. Genial.

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domingo, octubre 01, 2006

Matemáticas y otros ruidos

Hace un mes se me ocurrió que era bueno comenzar a preparar los exámenes de septiembre. Simultáneamente, a los vecinos de mi edificio se les ocurrió que ya era hora de comenzar las obras en el portal. Dichas obras iban a empezar en febrero, luego en junio y finalmente en septiembre. No sé si veis la relación fechas – exámenes, vosotros no sé, pero yo creo que es premeditado para tocarme las narices lo máximo posible. En las dos anteriores convocatorias me había librado, pero ya estaban los, esperemos que esta vez competentes, obreros haciendo ruido y yo con los apuntes de Numérico en la mano.

Como alguien pensó que me podía abstraer de los ruidos más o menos constantes de una obra, había que ir más lejos. Así que mi hermano se vino de Madrid con intención de quedarse y puso la tele a volumen alto, en mi nuestra habitación. ¿Resultado? Digamos sólo que ya era casi imposible oírse pensar y mucho menos estudiar o programar.

No era plan de cagarla una convocatoria más (al menos no estrepitosamente… aún más), de modo que, armado de valor y una carpeta, me fui a estudiar a la facultad. La cosa no pintaba mal; quedaban muchos días, con ir unas cuantas horas cada día seguro que hasta sacaba buena nota. Je.

En el aula apenas había unas 6 ó 7 personas. Me senté, saqué mis cosas y, hala, a estudiar se ha dicho. Bueno no, en realidad me pasé un buen cacho haciendo como que estudiaba. Acababa de recordar que no solo no me gustaban las bibliotecas por eso de la gente, sino que tampoco podía leer unos cuantos blogs o webcomics para coger fuerzas antes de ponerme a trabajar. Y ahí estaba yo, leyendo fórmulas matemáticas; método que estudio que no resultó bien en junio.

Después de una hora había hecho dos o tres ejercicios, y de los más fáciles. De pronto, alguien se apiadó de mí y todos los que estaban estudiando se fueron. Se debían de conocer e irían a tomar algo, porque no recuerdo haber gritado ningún “¡Para con el puto boli!” o “¡A cuchichear vete a tu puñetera casa!”. En fin, que ahora estaba solo y tranquilo; vamos, como en casa.

De lo que me di cuenta un rato después es que estaba realmente como en casa. Es decir, con la mirada perdida en el infinito y pensado en cualquier cosa que no fuera Numérico. Como, a fin de cuentas, el tiempo que conseguía concentrarme en estudiar lo aprovechaba bien decidí quedarme allí.

Reconozco que no aguanté mucho el ritmo. A los dos de subir decidí que mucho mejor quedarme en casa y estudiar cuando mi hermano no estuviera. Si bien la idea no era mala, mi hermano resultó un poco más casero de lo que me hubiera convenido. No fue hasta dos días antes del examen, cuando se fue a Madrid para seguir trayendo cosas cuando yo pude estudiar en serio. Estaba jodido, una vez más.

Menos mal que para junio había estudiado (aunque no había hecho ejercicios). Hice bastantes ejercicios que estaban en la web de la asignatura; pero ninguno de examen, que eran muy difíciles.
Para la parte práctica, la noche anterior, me aprendí el código de 4 funciones de memoria (sí, a estas alturas de la carrera y haciendo eso) porque no entendía bien todo lo que hacían y no tenía tiempo de entenderlo, y no eran exactamente de una línea. Y ahí le solté una en el examen, explicada por encima para que no se notara mucho.

Menos mal que aprobé porque, conociéndome, para la siguiente convocatoria vuelvo a hacer exactamente lo mismo, obras en el edificio incluidas.

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