Abe's Brain

viernes, junio 17, 2005

OT nanainonai

Como algún dios cruel y vengativo me ha castigado sin Satélite desde hace dos semanas, lejos de volverme loco y cargarme a mi familia con un hacha, ahora ceno viendo castings de Operación Triunfo. No es como ver Las Chicas Gilmore, pero peor seria morir ensartado por una docena de lanzas. No, en serio, la verdad es que le estoy cogiendo el gusto.

Puedes ver escenas realmente entretenidas. Desde gente llorando porque habían pasado el primer casting, hasta gente curiosamente creída que aseguran que el jurado se ha equivocado (los hay también que no nos creídos, tienen razón, pero se ve de lejos que no son bisbalinos). Pero bueno, hasta aquí nada señalable, pero vamos a ver ejemplos concretos de la especie humana:

- El primero que recuerdo es una chica que venía desde las Palmas, sola, al casting de ¿Madrid? Pasó las pruebas y rompió a llorar. El jurado ya le estaba intentando dar puerta para pasar a otro, pero claro la chica quería compartirlo con alguien. Les recordó que venía sola y tal (evidentemente no podía salir a abrazar a su madre). Le dijeron que saliera y abrazara a alguien (cualquiera) pero la chica no se mostró muy dispuesta. Al final se acabó abrazando con uno del jurado. Realmente un momento muy conmovedor.

- La gente que canta mal. De aquí tenemos dos tipos, por un lado la gente que cree que canta bien. Son muy curiosos. Yo por ejemplo puedo poner la voz en plan Jacob Dylan o en plan Axl Rose, siempre y cuando tenga una de sus canciones tapando mi voz. Con este sistema hasta parece que cantas igual. Sin embargo, desgraciadamente, en el fondo, sé que no lo hago. La diferencia es que esta gente no, seguramente no ha tenido la mala suerte de que se pare la canción y oírse a sí mismos. Así que van a OT porque son geniales.

El otro tipo de gente que canta mal es aún peor, porque lo saben. Cuando esta gente muera aparecerá un papel en alguna parte de su cuerpo que ponga “I owe you a life” firmado dios. Vale, todos nos hemos reído a costa de los triunfitos, algunos llegamos a sentir pena por la música y estaríamos gustosos de poder ir a hablar al respecto con los organizadores; pero lo de esta gente no tiene nombre. Son gente que se ha hecho una cola desde las 5 de la mañana para cantar 10 segundos una canción sobre un fideo (caso real). Señores, que la aparición de gilipollas en la tele no está garantizada; ¿de verdad merece la pena esperar allí tantas horas? Sálvense los realmente gilipollas que bailan espasmódicamente, pero es que los hay que van y simplemente cantan horriblemente mal, vamos que se descuidan y pasan por el grupo de arriba (que en el fondo no cantan tan mal, solo que no son cantantes). Se lo contarán a sus amigos como que son el colmo del humor. En fin, lamentable.

¿Pero por qué escribo esto arriesgándome a que la gente me señale por la calle porque he perdido toda validez como crítico de música, cine y televisión? No es para mencionar que había un doble de Bustamante, no es para mencionar las sutiles frases del jurado para evitar decir cosas como “eres horriblemente gordo/calvo/feo…, ¿de verdad crees que vas a entrar?”, no. Es para hablar sobre el más raro entre los raros, un tipo que cantaba en japonés.

Aparece un típico freak que seguro que llevaba dados de 20 en el bolsillo y una elfa desnuda en la carpeta y se pone a soltar monosílabos sin ritmo o sentido aparente. El jurado le pregunta si siempre canta en japonés. Entonces mi cerebro oye ‘japonés’ y comienza a unir y cambiar esos monosílabos hasta que forman la canción que realmente era (lo puedo asegurar porque la oí en el avance y luego en el programa). Realmente escalofriante, no sólo la conocía sino que sabía que la había cantado mal. Era Haruka Kanata, uno de los openings de Naruto.

Pues el tipo aseguraba todo convencido que la entendía (no del todo, pero sí lo suficiente), que veía mucho anime, que las canciones japonesas tienen mucho más sentimiento (normal, ni hay que leerse los subtítulos para entenderlas). En fin, que el chaval me dio pena, pero yo me di miedo. Menos mal que cantó otra a continuación que no me sonaba. Después de todo yo casi nunca llevo un dado de 20 en el bolsillo :)

En fin, nada más por el momento, he criticado a cientos de personas de una tacada y ya me siento más relajado, hoy duermo como un bebé.

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lunes, junio 13, 2005

CNF vs GNF

- Hey mira qué curioso, en esta pregunta te dice en el enunciado la respuesta de otra de la página anterior
- Anda pues sí. No, espera, no. Aquí es CNF y aquí es GNF
- Pues es verdad, entonces es una pregunta trampa
- ¿Seguro? La otra era una trampa, ¿cómo va a ser esta una trampa también?
- Bueno, puede pasar. Una trampa doble
- Ya, pero, mírale. ¿Te cree que tiene pinta de poner preguntas para picar? Pues mucho menos una doble
- Sí, pero quién sabe. Bueno, no importa, tengo la solución. ¿Qué se dio primero CNF o GNF?
- CNF
- Bien, ya está; las puso al revés para que picáramos
- Pero entonces di te das cuenta de una, en la otra tienes las dos repuestas, es demasiado enrevesado hasta para un examen
- Pero Chomsky se dio primero, recuerdo lo que correspondía con lo que se dio primero y esto no es
- No sé, quizá se dio primero GNF
- No me vengas con eso ahora
- Es que ya no estoy nada seguro
- En la corrección de ayer en los apuntes, ¿a qué parte era?
- GNF
- Pues era lo segundo, así que CNF iba antes; por lo tanto es una trampa
- Sí vale, no vamos a caer
- Ale, a entregar
- ¡Espera, espera? ¿Y si la tenemos mal? Ya son dos preguntas mal, y restan. Suspender por esto…
- Hum, puede que tengas razón. No parece la clase de profesor que pone preguntas así. Cambio las respuestas
- Vale
- Pero yo estaba convencido de que antes se dio CNF. Me acuerdo perfectamente del segundo, era horroroso, y empezaba por G
- ¿Y si te equivocas? No son muchas preguntas y ya hay 2 en blanco, fallar esto sería firmar el suspenso
- ¿De quién te vas a fiar? Él quiere que dudes, caes en su juego. Primero CNF y luego GNF
- No lo sé, ¡no lo sé!
- Vale, tranquilo. Son las dos para picar, confía en mí
- Bien, a entregar
- De acuerdo
- ¡Alto! Si está mal… ¿Qué te parece si respondemos una cayendo en la trampa y otra no. Así, haya o no trampa, tendremos una bien y seguiremos sumando puntos
- Mmm, el caso es que no suena mal. Casi me quedo más tranquilo así
- Ok, pues a entregar
- Bien.
- ¿Hacen unos M&M’s?

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viernes, junio 10, 2005

Don't disturb, complaining at work

Es cierto que a algunas personas les gusta estudiar con música de fondo. Entiendo que haya gente que prefiera concentrarse así. Particularmente, yo prefiero no hacerlo para no distraerme. Por eso tener que escuchar una música que sabes que no viene de tu habitación, que no viene de tu casa, que ni siquiera viene de tu edificio, cuando estás intentado estudiar es realmente molesto.

Entendedme, estoy tranquilamente intentando leer unos apuntes y de repente empieza a sonar una música que entra por la ventana. Hace calor y apetece tener una ventana abierta, además el ordenador tiende a aumentar aún más la temperatura. De hecho el ruido de los ventiladores ya es molesto de por sí, como para tener que aguantar algo más. La diferencia es que soportando el ruido del ordenador unos días se me recompensará con películas y juegos. Pero, ¿y tener que aguantar la música de los vecinos?

¡Y vaya música! No os vayáis a creer que hablo de algún grupo medianamente decente, ni siquiera música clásica. Para qué vamos a poner algo de eso existiendo la música latina. ¡Hurra! Si jamás pones 40 latino y prefieres ver la tele con una imagen neutra, te llevamos 40 latino a tu casa, para que sepas lo que es buena música.

Y no hay nada que se pueda hacer. Una de las primeras opciones que se te pasa por la cabeza es salir a la terraza, localizar la fuente del sonido y empezar a tirar piedras. Pero claro, imagínate que no aciertas, o más aún, que aciertas… pero en otra ventana. Lo siguiente es contraatacar con buena música a ver si se derriten o algo. Sin embargo, y aunque parezca extraño, tú lo que quieres es estudiar tranquilamente. Cerrar la ventana y apagar el ordenador tampoco es una buena idea, pues se sigue oyendo.

Así que sólo queda resignarse y esperar a que acabe. A lo mejor son 5 minutos, a lo mejor es media hora. Mientras, procuras concentrarte en las hojas a ver si consigues que desaparezca. Hasta que finalmente lo hace, entonces te mereces un descanso.

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