Abe's Brain

lunes, diciembre 31, 2007

Feliz 2008

- Acabé de cenar hacer tres cuartos de hora y quedan otros tantos para las campanadas.
- Mi familia se ha puesto a ver el programa del de Cruz y Raya.
- Ya tuve que responder a los mensajes de felicitación de varios del trabajo, Jefe incluído.

Por todas estas razones me he venido a mi habitación y voy a actualizar el blog. Solo para felicitaros a vosotros el año. Que me mola más que pensar qué le puedo poner y qué no a mi jefe. Nada más. Feliz Año

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viernes, diciembre 14, 2007

I can't be who you are

Al principio todo parecía ir bien. Vale; no tenía demasiado de qué hablar con ellos, pero parecían tener un concepto de “compañero de trabajo” bastante aproximado al mío. Mucho colegueo, ambiente relajado y tal; pero llegada la hora de salir, cada uno a su casa y Dios en la de todos. Vamos, que ni se hablaba de hacer cenas o quedar para tomar algo después del trabajo ni se mencionaba ningún caso pasado. De hecho, en alguna ocasión me resultó hasta raro. Algunos ya llevaban juntos un tiempo y, llegado el día en que uno se iba de la empresa, no se le volvía a ver el pelo.

Pero de repente todo se fue al otro extremo: se organizó una cena sin ningún motivo concreto. A la gente le debió gustar porque a la semana siguiente ya se organizó otra. Acabada ésta se empezó a hablar de la de Navidad. Era como si a nadie se le hubiera ocurrido hasta entonces pero ahora todo el mundo estaba encantado. Los temas de conversación, que lógicamente habían aumentado con el tiempo, volvieron a sus orígenes. Anécdotas de borracheras, fiestas, tipos de bebidas alcohólicas… solo que ahora son anécdotas comunes (comunes entre ellos, claro). Y que si cena por aquí, cena por allá; conversaciones sobre dónde se hace, sobre quién va, sobre el precio, sobre si se pagó ya…

Mientras, yo vuelvo a sentirme como un extraterrestre y a preguntarme qué me habrá pasado que soy tan raro

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miércoles, diciembre 05, 2007

The drugs don't work

Una pastilla cada 8 horas. Eso es lo que se supone que debe calmarme el dolor que me producen una infección y un quiste en un diente. Y es bastante dolor.

Pero claro, el efecto de los analgésicos no dura 8 horas. Dura 4; 5 a lo sumo. A partir de ahí el diente comienza de nuevo a doler. A las 6 o 7 horas comienza a doler también la cabeza. Tanto que el pensamiento de arrancarme el diente con unos alicantes, sin anestesia, me parece de lo más atractivo.

Los antibióticos tampoco sé si funcionan. Uno al día dijo el doctor. Ayer a las diez de la noche tenía 38 y pico de fiebre, y un frío de muerte. Dormí con una sábana, una manta, una colcha, pantalón de chándal, camiseta, sudadera, calcetines finos y una bata por encima de la cama. Hoy tengo la encía hinchada y hasta el miércoles que viene no tengo la cita con el dentista.

Si antes no irrumpo en la clínica con una pistola, claro.

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