La revelación
En la vida académica hay situaciones poco deseables, como haber suspendido un examen; situaciones molestas, como haber suspendido un examen relativamente fácil; situaciones horribles como haber suspendido un examen relativamente fácil con un 4 con algo. Sin embargo; y sin llegar a extremos de ser atropellado por una camioneta de la universidad, algunas pueden ser aún peores.
El caso es que en un alarde de fuerza de voluntad cojo un libreto de Teoría de la Programación con intención de hojearlo con vistas al examen del viernes, y mientras tanto intento hacer memoria del examen de Febrero. Apenas consigo recordar dos o tres preguntas y entre ellas, una que no respondí. Se trataba de poner el código del Backtracking (tranquilos, no-informáticos, digamos sólo que es algoritmo de mierda). Recuerdo perfectamente cómo no fui capaz en el examen de escribir ni una sola línea, sabía lo que hacía el código pero jamás había mirado el código en sí. Tras algún garabato infructuoso recuerdo cómo me di por vencido a sabiendas de que no lo iba a conseguir.
Justo en ese momento tengo una visión digna del mismísimo John Smith, y como si de repente despertara una zona muerta de mi cerebro, sé detalladamente qué debería haber puesto. Aún peor; descubro que en realidad era muy fácil y que con pensarlo dos minutos podría haberlo sacado en el examen. Aunque también sigo recordando que en el examen no pude hacerlo.
Con ese mísero punto que podía haberme dado escribir 10 líneas de código habría aprobado el examen. Aunque la verdad, tampoco me ha afectado mucho; debería estar tirándome de los pelos, maldiciendo… Es lo cómo se supone que reacciona una persona ante tal revelación. Y yo sólo fui capaz a esbozar una ligera sonrisa torcida
1 Comments:
Gracias a Haloscan por borrarme todos los comentarios a este post en mi anterior dominio
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