She said I've lost control again
Hola, ¿qué habéis hecho vosotros esta mañana? Yo he tenido un accidente de tráfico. Otro accidente más. Estoy pensando si debería empezar a hacer muescas en el volante con cada uno de ellos, como las muescas en un hacha con cada enemigo derrotado.
Esta vez me ha tocado sufrirlo en lugar de provocarlo. (Hey, vamos progresando). Y afortunadamente ha sido increíblemente inofensivo para lo que podía haber sido (no voy a salir en las noticias de Telecinco).
Iba yo a trabajar con una compañera del curro. Acababa de entrar en la autopista y a los de detrás les sacaba un buen cacho porque en la rotonda de acceso estaban con algunos accesos cortados y era un infierno para circular. Total, que me acerco a la típica incorporación por la derecha y yo, que soy un santo, me cambio de carril con tiempo.
En el carril de aceleración iba un furgón y detrás un par de coches. El primero de los coches se incorporó justo al principio del carril e iba casi parado en comparación conmigo; pero, cegado por la avaricia (o quizás para dejar salir al furgón) se puso a invadir mi carril estando yo a no muchos metros detrás.
Veamos, a partir de ahí, lo típico de que todo transcurre a cámara lenta ciertamente es bastante relativo. Yo recuerdo algo tal que así:
- ¿Me da tiempo a frenar? No.
- ¿Hay hueco para pasar? Solo si aprovecho el arcén.
- Según toco el arcén me acuerdo de que está lleno de gravilla. Y, efectivamente, pierdo el control del coche. (No sé qué ruedas emprendieron su propio camino)
- Freno. Volante pa un lao, volante pal otro. Levanto freno, bajo freno. Todo mezclado, no recuerdo el orden.
- Estoy pegado al quitamiedos del otro arcén, mirando de frente cómo vienen los coches.
Aunque en realidad seguro que fue más bien así: ¿Freno? No, esquivo. Mierda. Aaah, aaah, aaaaaah. Mierda. (Cagamentos y golpes al volante).
Un tipo, que luego resultó que no era del otro coche, me picó en la ventanilla y, tras preguntar si estábamos bien, me dijo que vaya maniobra que había hecho y que había tenido suerte. Luego desapareció en el horizonte. Creo.
El coche ávido de carriles resultó que lo llevaba una chica, que simplemente no me había visto y que estaba un poco nerviosa. Me hizo gracia porque cuando hace unos meses le di a un coche en una rotonda yo estaba de los nervios, el otro conductor estaba muy tranquilo, y yo no entendía por qué. Lo cierto es que una vez que sabes que estás bien y que tú no has tenido la culpa el resto te la sopla.
La compañera de trabajo estaba bien pero insistió en que fuéramos a hacernos un chequeo de las cervicales. Nos dieron un papelajo que dice que estamos bien y nos podemos reincorporar mañana, como no dice expresamente que podemos hacerlo hoy pues ya lo haremos mañana. He visto muchas series y a los médicos no se les puede contradecir.
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