I see you comb your hair and gimme that grin
Un día el sabio Cory Matthews dijo que el tenía el pelo perfectamente a su gusto un día… y al día siguiente tenía que cortárselo y sufrir 2 meses con un corte horrible. Y diréis, ¿de qué nos está hablando este hombre? Pues de que me he cortado el pelo.
Mi caso no es de nuestro amigo Cory, yo generalmente me veo bien en todo momento. De hecho, uno de los pensamientos que tengo cuando me lo corto es “pues no me queda mal y es bastante más cómodo, ¿por qué no me lo dejo así?” La respuesta viene con el paso de las semanas, con el pelo más largo me sigo viendo bien; sin embargo, con el pelo largo, me siento más seguro de mí mismo. Es esa seguridad que me aporta la individualidad de mi corte de pelo. Bueno, puede que a vosotros os parezca una tontería; pero tener el pelo diferente a la mayoría de la gente es agradable para alguien de mi nivel de sociabilidad. No sé, es una especie de rasgo distintivo para con el resto
Cuando llevaba la cinta era aún más exagerado. En el Alimerka algunas ancianas incluso se quedaban mirando. Con la gorra-boina… en fin, ni os lo imagináis, a veces parecía que en la cabeza llevaba una mofeta muerta. Con ella llegaba a ser bastante molesto, en ocasiones, pasar por la plaza de la Escandalera, para qué contaros…
Pero a lo que iba, hace uno o dos meses descubrí que mi pelo ya no caía imparable en perpendicular al suelo, sino que se abría hacia los lados. Y unos días después, supongo que por la prisa, salí sin echar gomina. Y descubrí que cierta frase era real: “si no lo veo, no existe”. Es decir; con el pelo tapándote los ojos (al principio) y media cara (hace unos días), te creas una especie de escudo ante todo lo que te molesta.
Caminas por la calle con un peinado todavía más único por lo que te sientes aún más seguro; y lo que no te gusta, al verlo tras una cortina de pelo, es menos molesto (como correr un tupido velo). Y a su vez, tú estabas protegido por él; si los ojos son el espejo del alma, a ver quién osa a atisbar algo de la tuya. Nada te afecta, nadie te ve, luego eres como una sombra que simplemente pasa por encima del mundo. Pero no acababa ahí la cosa…
Y es que estar triste o deprimido con el pelo cayéndote por la cara es cien veces más cinematográfico (o más bien de anime…) que sin él, y eso me encantaba. En ocasiones sólo faltaba una lluvia localizada y una buena banda sonora. E incluso aumentaba la tristeza (estar triste o deprimido no es algo que me moleste, otro día os lo explico)
Y así pasaron los meses, te llegas a acostumbrar a caminar con tu máscara, vivir tristes finales y tener un peinado mezcla de nuevo roquero y freak de gafas de pasta. Pero todo tiene su inconveniente, y en este caso era el calor. En julio el calor que te da esta capa de pelo es considerable, así que aproveché para cortarlo antes de ir a Benidorm, total, algún día volverá a crecer. Lo malo es cuando ves a alguien con el pelo largo por la calle…
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Y aprovecho y hago un 2x1. Dentro de unas 9 horas salgo para Benidorm, volveré el 17 o por ahí. Así que dudo bastante que vaya a haber actualizaciones. Tenía pensado unas 2 más antes de irme pero por pereza se me acabó echando el tiempo encima. Una pena la verdad, porque eran acordes con el momento, pero bueno…
Seguid con vuestros comentarios :) . Ya nos veremos
Etiquetas: reflexiones
2 Comments:
Vaya, nunca le doy tanta importancia a mi pelo...ahora entiendo que haya gente que sea tan pesada con la dejadez hacia mi pelo.
D Brenes
Brenes, no es dejadez de tu pelo... es que tu pelo ... ya dejo de ser pelo hace mucho...
Por cierto, Abe, ¿tus post cada vez van a ser mas profundos sobre tu psique? he quedao chlof
Dulivan
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