Obey your Master

Somewhere inside abe's brain...

- Hola, ¿qué tal? Te encuentro cansado
- Sí, es que ahora trabajo
- ¿De verás? ¿Dónde?
- En el estanco
- Oh, ¿y cómo lo llevas?
- Bueno, mayormente me quita tiempo. Pero no es muy cansado
- Y, ¿hasta cuando estás?
- No lo sé
- ¿Cuánto cobras?
- Err... no lo sé
- ¿De qué te encargas? ¿Tienes algún cometido en especial?
- Bueno, no; lo que me manden
- Veamos, resumiendo: trabajas allí porque trabaja tu madre, no tienes horario fijo, no tienes cometido fijo, no sabes hasta cuando trabajas y no te pagan. Amigo, eres un esclavo
- ¿Qué dices?! A mí me pagarán
- ¿Seguro? ¿Tienes algo apalabrado?
- No exactamente. Pero bueno, lo normal sería que me paguen
- Ya, claro
- ¡Ya verás! Me pagarán y podré comprar muchas cosas...


15 días después

- Que hay, esclavo
- No soy un esclavo
- ¿Te han pagado?
- ... no
- ¿Qué sería lo apropiado? ¿Un "te lo dije"?
- ¡Déjame en paz!
- ¿Y por qué no reclamas lo que te corresponde?
- Compréndelo, lo que se dice trabajar, mucho tampoco trabajaba, más bien ayudaba. Además son mis padres...
- ¿Y?
- Que me sabe mal exigirles dinero por eso. ¿Y si se vuelve en mi contra? Ellos son los que me pagan todo...
- Tienes razón, esclavo, será mejor no rebelarse
- ¡Deja de llamarme así!


20 días después

- Hey, ¿qué tal?
- Estoy ayudando otra vez en el estanco
- Vaya vaya, ¿y bien?
- Estarás orgulloso. No sólo me van a pagar, sino que también me pagarán lo de agosto
- ¿Y cuánto?
- Bueno, no lo sé; antes tenemos que mirar los días que trabajé
- Ya...
- Sí, en serio. De hecho, la semana pasada me iban a pagar...
- ¿Y qué pasó?
- Les dije que me lo dieran todo junto al final
- ... iluso...
- ¿Qué?
- Nada nada, que ya nos veremos