Ya lo había visto hace un año de la que caminábamos por el centro comercial en busca de un sitio para comer. Al menos uno parecido. Pero no pasamos cerca de la tienda así que no lo pude ver con detalle ni saber cuánto costaba. Y allí estaba, un año después, una Euskal después, delante de la tienda, acordándome de que hacía un año había visto un atrapasueños que bien podría ser aquel mismo. Y sólo costaba 4,50 euros, no podía irme sin comprarlo
Para el que no lo sepa, "el atrapasueños es un símbolo que se pone al lado de la cama y según la leyenda hace que los sueños buenos se atrapen en las redes y los malos se vayan por el agujero central". Podéis buscar por el Google la leyenda relacionada.
Yo del tema de los sueños no me quejo demasiado. Me lo compro en gran parte porque como dijo mi madre cuando lo vio "me gustan esas cosas" y también por la película El Cazador de Sueños, que tiene una primera gran mitad (en la que aparece el cazasueños). Aunque lo cierto es que los sueños se me suelen olvidar a lo largo del día.
No tengo sueños recurrentes. No puedo sentarme en un diván y decir "doctor, he vuelto a tener ese sueño". Tampoco es que quiera, a la larga eso le tiene que quitar gracia a soñar. Si sabes lo que va a pasar puedes actuar en consecuencia. De hecho, algunas de mis pesadillas empiezan con un ascensor que no se para en el piso donde yo le digo. Así que cuando ocurre ya estoy sobre aviso de que algo malo puede pasar, preparado para despertarme.
De momento el amuleto está en la cabecera de mi cama, sostenido por un marco. Seguramente un día de estos se me caerá encima mientras esté durmiendo. Me despertaré sobresaltado por el golpe y rodeado de plumas, bolitas y redes. Desde luego no suena como la mejor manera de levantarse...Etiquetas: caprichos, compras, euskal party, viajes